Se dice, se afirma, se comenta... que el networking en el mundo traductoril es muy importante y Don Localizote ha tenido la suerte de experimentar sus infinitas bondades recientemente. Conocer y tratar con compañeros de profesión no solo hace que te sientas menos solo y que puedas compartir tus frustraciones del día a día, sino que además puede ser una fuente de posibles trabajos puntuales, sobre todo cuando se empieza.
Sin embargo, desde hace unos días, nuestro amigo Don Localizote ha comenzado a plantearse seriamente los límites que esa "ansia de networking" debería tener. ¿Estamos ante un caso en el que todo vale? ¿O deben nuestros esfuerzos de networking tener sus reglas? ¿No tienes mejores cosas en las que pensar, Don Localizote?
Pues no, porque desde hace un par de semanas, a través de uno de esos portales de traducción que todos conocemos, aunque no nombraré cuál, nuestro hidalgo ha estado recibiendo continuamente (ya va por el quinto o el sexto) mensajes masivos de una de sus compañeras de profesión, que lo insta a él y a otros traductores, insistentemente, a añadirla a Skype para "conectar mutuamente". ¿Que para qué? Pues para colaborar juntos, intercambiar experiencias y recomendarse el uno al otro, supuestamente.
¿Y qué hay de malo en eso? Pues, en principio, nada, salvo que dicha persona ni se presenta, ni dice a qué se dedica (lo tuve que buscar en Google) ni tampoco dice por qué quiere estar en contacto contigo. El estilo de los mensajes es:
Asunto: Me gustaría contactar contigo
Mensaje: Añádeme a Skype para que podamos estar en contacto.
Asunto: Intercambiar experiencias y recomendarnos el uno al otro
Mensaje: Me gustaría establecer contacto con aquellos que aún no me han añadido a Skype.
Todo ello seguido del contacto de esta persona en Skype. Y dice Don Localizote, ¿acaso ahora nos dedicamos a asaltar a la gente que nos cae simpática por la calle pidiéndoles su dirección y teléfono? No, ¿verdad? ¿Pues por qué eso debería de ser válido en la red?
Ni qué decir tiene que, si te apetece hacer contactos en la industria, algo totalmente lícito, por supuesto (todos lo hacemos alguna vez), lo primero que tienes que hacer es presentarte, decir lo que haces y expresar las razones que te han llevado a intentar establecer ese contacto. Todo lo demás, al menos a ojos de Don Localizote, es spam.
Así que, por favor, estimada XXX (seguro que eres capaz de reconocerte por los mensajes de arriba), si estás leyendo esto, cuando intentes contactar con otros profesionales que no conoces de nada, mantén un grado mínimo de educación y profesionalidad, y envía tus solicitudes como es debido. Hasta que no lo hagas, al menos en lo que respecta a mí, tus solicitudes irán a la papelera de mi correo electrónico. Y no te digo esto por privado porque el portal en cuestión no me permite contactar contigo directamente: no creas, que ya lo he intentado.
Y ahora, todos a "networkear", ¡pero con dos dedos de frente!
Eso está claro, parece que internet haya facilitado la intercomunicación informal, pero siendo todo lo informal que quieras siempre has de ser educado y además, como dices, tener "dos dedos de frente" para saber hacerlo bien.
ResponderEliminarUn saludo e interesante entrada :)
¡Gracias, Inés, por tu comentario!
EliminarPues es que encima yo este tipo de mensajes no los considero informales (o no deberían serlo) y ni siquiera hago algo así cuando mis intenciones no son profesionales, y estas lo son claramente. Que vale, que somos colegas (de profesión, se entiende), pero para mí no deja de ser una extraña.
En fin, que si esta persona busca que la recomiende profesionalmente, a menos que sea para un puesto de remitente de spam, no lo haría ni de cachondeo.
¡Un saludo y gracias por pasarte!
Yo también he estado recibiendo el mismo mensaje una y otra vez, qué hartura.
ResponderEliminar¡Hola, Ana!
EliminarPues ten en cuenta que probablemente no será el último que recibamos. Es que no lo entiendo, si después de dos mensajes no te han añadido, ¿qué te hace pensar que lo van a hacer con un tercero, cuarto y quinto? De verdad que no me entra en la cabeza.
¡Un saludo y gracias por el comentario!
Ay, no vale, no es justo. ¡A mí nunca me llegan los mensajes y correos que le llegan a todo el mundo! ¡Yo también quiero!
ResponderEliminar¡Curri!
Eliminar¡Si quieres te envío el próximo mensaje que me llegue a ti también y me convierto en tu "spamero" particular! :-D
Uy. Fue Curri la que me presentó, indirectamente, este blog. ¡Qué divertido! *Ya mismo te busco en Skype y te agrego*
ResponderEliminarNo, mentira. Hablando en serio: creo que eso de "networkear" está bueno, pero tampoco hay que abusar. Me pasa incluso cuando colegas me agregan a fb o a LI. No me molesta en lo más mínimo, pero me da una sensación rara el no saber quién es esta persona que me está agregando.
No se necesita escribir una carta de presentación; pero por qué no, decir de dónde te conozco o cómo nos conocimos. Y la verdad, ponele, conocer a un colega solo virtualmente para "colaborar" en un proyecto,es medio...raro, ¿no?
Mi pequeño aporte.
Cariños y estoy contentísima de haber conocido este blog. =))
¡Hola, Flor!
EliminarQue no se me malinterprete, si a mí me parece muy bien lo del networking y conocer a otros compañeros y tal, y tampoco digo que tengas que conocer a la persona de otra ocasión o a través de alguien. Yo a muchos de mis contactos de las redes que uso profesionalmente no los conozco personalmente, pero eso sí, ninguno me ha enviado 5 o 6 mensajes para que lo agregue a mi red. Si no te agregan a la primera o, como mucho, a la segunda, no es que no hayan leído tu mensaje, es que NO quieren agregarte, así que dejas de enviar mensajes.
A mí es que ya me parece cosa de lógica incluso... De hecho, probablemente si se hubiera presentado, la habría agregado, porque nunca se sabe, los contactos nunca vienen mal, pero en plan "Quiero contactos. Agrégame a Skype...".
Y como ya hemos hablado y me pareces muy maja, a ti sí te dejo que me agregues a Skype :-P
¡Un saludo y gracias por tu comentario!