miércoles, 27 de febrero de 2013

Don Localizote y la Sala Tarǧumān



Cuando Don Localizote se encuentra con compañeros, bien en saraos traductoriles o bien por circunstancias de esta caprichosa vida, el torrente natural de la conversación termina (o más bien empieza) derivando en el lugar de origen de nuestro hidalgo. ¿De dónde es Don Localizote? Pues a pesar de que por su nombre podrías pensar que es de un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiere acordarse, la verdad es que no. La realidad es que nació en una tierra algo más al oeste, cubierta de naturaleza, pintorescos paisajes, buena comida y mejores gentes: ¡Extremadura!

El caso es que hace muy, muy poquito, ha llegado a oídos de nuestro protagonista la historia de un traduproyecto que se ha estado gestando y que está a puntito de eclosionar en Cáceres, capital de su provincia. Estoy hablando de la Sala Tarǧumān, un proyecto que viene a suplir un poco la carencia de posibilidades de formación que sufre la región. Por supuesto, a Don Localizote esta idea le ha parecido la mar de interesante y, desde un principio, ha querido ponerse en contacto con los protagonistas para enterarse de todos los detalles… ¡Dejemos ahora a Don Localizote con su entrevista!

  •  En primer lugar, nos gustaría conoceros un poco: ¿quién hay detrás de la Sala Tarǧumān?

Detrás de la Sala Tarǧumān estamos Alfredo Sendín y Lucía Vázquez. Alfredo es traductor freelance desde el año 2001 y un apasionado de la ciencia ficción y de los cómics. Aunque ha nacido en Madrid, se considera un cacereño de pro al que le encanta subir y bajar las cuestas de la parte antigua. También le gusta bucear, bien en los pantanos extremeños bien en las costas portuguesas.
Lucía es coordinadora de proyectos y fundadora de la agencia Logios Traducciones en 2003; además, le gusta perder el tiempo diseñando libros, acumular papeles japoneses y preparar comidas para los amigos. Nació en Cáceres y no se considera de ningún sitio y de todos a la vez.

  • ¿Cómo surgió la idea?

La idea de crear la Sala Tarǧumān surgió al venirnos a vivir a Cáceres, después de doce años en Madrid, y darnos cuenta del enorme vacío que había con respecto a nuestra profesión en Extremadura. Empezamos a darle vueltas sobre cómo hacer para que los profesionales extremeños, que suponíamos que había, se conocieran, nos conociéramos, debatiéramos, compartiéramos experiencias y conocimientos y, además, pudiéramos tener acceso a esa formación que durante tanto tiempo y por culpa de la distancia y la falta de recursos siempre se nos ha escapado.
Les contamos la idea a las dos asociaciones a las que pertenecemos (Asetrad y ACEtt) y ambas nos animaron y nos apoyaron.

  • Tarǧumān me recuerda ligeramente a trujamán. ¿Nos contáis un poco la relación entre ambas palabras y por qué elegisteis este nombre?

Tarǧumān y trujamán son la misma palabra y era el nombre del cargo oficial que actuaba como intérprete y traductor entre los países de Oriente Medio que hablaban turco, árabe y persa y las embajadas y consulados europeos durante la Edad Media y el Renacimiento. Tarǧumān (ترجمان) es el término en árabe del que derivaron las formas dragomán, truchimán, trujimán o trujamán, que fueron de uso común en castellano para referirse a un intérprete hasta el siglo XVII.

  • ¿Cuáles son los objetivos que os habéis propuesto a la hora de dar vida a vuestro proyecto?

Básicamente dar a conocer por dentro cómo funciona la traducción y ayudar a las personas interesadas a iniciarse en ella o reforzar sus conocimientos. Nuestra intención es, ante todo, ser un instrumento didáctico y de formación. Hacer ver que, a pesar de la enorme cantidad de traducciones que consumimos, ya sea en forma de libros, cómics, manuales, prospectos, películas, informática, videojuegos, etc., la traducción en sí es una actividad muy poco conocida y que sin embargo está en todas partes. Difundir las bases del oficio, las obligaciones y los derechos, las herramientas y, en general, las realidades de esta profesión.
 
  • ¿Habéis encontrado muchas trabas?

Digamos que las habituales a la hora de iniciar cualquier proyecto en la situación económica actual. Decidimos desde un principio no buscar subvenciones ni ayudas de organismos oficiales, así que en realidad no hemos encontrado traba alguna porque no hemos dado lugar a encontrarlas. El apoyo más importante que hemos buscado es el de las dos asociaciones más importantes de España: ACEtt y  ASETRAD, porque queríamos contar con el respaldo de los profesionales mejor preparados del país.

  • Contadnos un poco lo que tenéis preparado para los próximos meses.

Nuestro primer curso (que se impartirá el 16 y el 17 de marzo) estará dedicado a la iniciación a la traducción literaria y tendrá como fin ayudar a los asistentes a orientarse en ese ámbito, yendo más allá de la noción, a veces excesivamente “romántica”, si se quiere, que la mayoría de la gente tiene acerca de esta clase de traducción. Aún estamos decidiendo nuestro programa para los próximos meses, ya que dependerá en gran medida de las preferencias que expresen las personas que nos siguen. En cualquier caso nuestro propósito es ofrecer cursos más específicos sobre traducción especializada en diversos campos (informática, medicina, etc.) e interpretación o sobre recursos generales para todos los traductores, como el uso de glosarios en Internet, herramientas de traducción asistida, etc.

  • ¿Cuáles son vuestras perspectivas de futuro?

Nuestras perspectivas dependen del interés y el seguimiento que logremos generar. Somos conscientes de que la situación es difícil y que no contamos con más apoyo que el que nosotros mismos nos procuremos, pero nuestra intención es perseverar y convertirnos algún día en un centro de actividades y de referencia para los traductores e intérpretes, tanto dentro de Extremadura como para todo el país.
Creemos en la colaboración y en el asociacionismo y, por ello, con el tiempo, nos gustaría poder compartir actividades con otros grupos “traductoriles” de España que se dedican a actividades parecidas. Asimismo, nos gustaría crear una red de tradutores extremeños bajo el amparo de Asetrad y poder estar en contacto las distintas redes nacionales.

  • Algo que a mí me interesa especialmente: ¿planeáis (si no es ahora, en un futuro) extender vuestra oferta de formación más allá de Extremadura? ¿Alguna posibilidad de cursos en línea a la vista?

Por soñar que no quede… No vamos a descartar ninguna posibilidad, pero eso sería un proyecto más a largo plazo, claro. Lo principal es conseguir reunir a un grupo de profesionales en Extremadura que estén interesados en participar en nuestra iniciativa, bien acudiendo a los cursos  bien asistiendo a las reuniones traductoriles que tenemos pensado organizar. Si vemos que nuestra idea es bien acogida y tiene seguidores, entonces nos atreveremos a ir más allá ofreciendo formación a distancia. Nos encantaría, claro que sí, pero lo vemos un poco lejos aún.
 

  • ¿Cómo veis el campo de la formación en TeI en España? ¿En qué posición queréis situar a la sala Targuman?

Como ya le hemos dicho antes, nos gustaría convertirnos en una referencia nacional en la formación de los traductores, aunque sea a largo plazo. El problema de la formación en TeI en España es que, a pesar de la enorme importancia de las traducciones en nuestro ámbito cultural, la formación de los traductores tiene una presencia aún limitada en las universidades. Por otra parte, la formación en escuelas o academias privadas, además de ser muy costosa, se imparte sobre todo en grandes capitales como Madrid o Barcelona, con todo lo que eso conlleva en cuanto a desplazamientos, gastos, etc. Esto es algo que nos gustaría cambiar.

Por último, os deseo mucha suerte con vuestro proyecto, que me parece que viene a dar un poco de vida traductoril a nuestra región, donde hasta ahora no había muchas posibilidades en lo que respecta a nuestra profesión. ¡Un saludo, muchas gracias por la entrevista y nos vemos por Cáceres!

Muchas gracias a usted, Don Localizote, por el interés que ha mostrado por esta iniciativa y por el apoyo que nos está dando. Nos vemos en Cáceres, claro que sí, un sitio estupendo, tan estupendo como cualquier otro.

¡HASTA LA PRÓXIMA!